lunes, 23 de marzo de 2015

INDIGNADO - LA CONSTITUCION QUE YA NO FUE


“Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”. Así comienza nuestra carta constitucional, de la cual, va quedando bien poco. Revisemos someramente algunos de los enunciados de este primer artículo:

ESTADO SOCIAL DE DERECHO

El Derecho social se ha visto no solo atenuado, sino claramente vulnerado por la inoperancia de los jueces, la escalada de impunidad que alcanza limites escandalosos, por la politización del tercer poder, y la corrupción de las altas cortes que se convirtieron en sirvientes del mejor postor financiero.

La sola amenaza de prender el “ventilador” que hizo hace un par de días, el cuestionado presidente de la Corte Constitucional, nos entrega un mensaje de desvergüenza, complicidad, asociación para delinquir, y burla social a un nivel jamás visto en el país.

Los bandidos entran y salen de las cárceles, como pedro por su casa, y se impone la peligrosísima moda, de relevar la libertad y el orden, por penas alternativas, blandas, inocuas, que no generan reflexión y menos arrepentimiento en los victimarios, y que lo único que han logrado, es multiplicar la irracionalidad del crimen y la vulneración de los derechos; La autoridad está amedrentada por los malos; El esfuerzo es claramente insuficiente. La sociedad toda, está en peligro.

REPUBLICA UNITARIA

Y recogemos la propuesta por demás audaz, de la Senadora Paloma Valencia, de dividir el departamento del Cauca en dos, un pedazo para los Indígenas y la otra parte para los Mestizos… haciendo foco en el olvido ancestral en el que se ha sumido al departamento del Cauca, en el desgobierno territorial y en la falta de autoridad nacional.
Unitaria cuando ya se habla de la región caribe, con fuerza individual y logros asombrosos.
Cuando el gobierno ya lanzo el plan de salud para la “Colombia Dispersa”.
Cuando ya perdimos parte del mar territorial junto a San Andrés?.

DESCENTRALIZADA CON AUTONOMIA DE SUS ENTIDADES TERRITORIALES.

Claro está, que los alcaldes y gobernadores tuvieron la autonomía para el manejo de los recursos del aseguramiento del régimen subsidiado, y la administración del Plan de Atención Básica, por varios quinquenios, que sirvieron para fomentar actos permanentes y casi generalizados de corrupción, en forma de desviación de recursos, contratación de servicios directamente con entidades creadas por familiares y amigos para actuar como “aspiradoras económicas”, dejando tras de sí, deudas impagables a las EPS, que se volvieron a su vez, cartera en las IPS públicas y privadas, y abandonando las actividades de promoción y prevención, que sin duda, condujeron al deterioro de los indicadores de salud y el encarecimiento asistencial, que aún hoy intentamos paliar y superar.

Además, todo el arsenal de vigilancia y control al interior del sector salud, del cual fueron dotados los entes territoriales, nunca fue utilizado, permitiendo el florecimiento de posiciones dominantes por parte de EPS e IPS, en detrimento de los pacientes. El manejo financiero del sector salud que realizaron los entes territoriales, en el entorno de la Ley 100, fue un verdadero caos, un robo a manos llenas, que no terminamos de lamentar, y que no debe repetirse.

DEMOCRATICA, PARTICIPATIVA Y PLURALISTA

Nada más alejado de la realidad hoy en día, la democracia, que por definición es el gobierno del pueblo, y en otras definiciones más asertivas invoca a “un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes”, no existe en Colombia.

Puede causar hilaridad, pues, quienes sacan pecho, alardeando que tenemos una de las democracias más antiguas del mundo, mienten descaradamente, pues hoy en Colombia, la democracia ha sido reemplazada por el debate cerrado y pretensioso, de un pequeño grupo de personas (jueces y/o congresistas principalmente), que deciden en lugar del pueblo, en lugar del sentir y querer de las mayorías, y toman decisiones, impulsados por un pensamiento ligero y excesivamente liberal, pretendiendo (aparentemente), proteger a grupos minoritarios, pero en franco desacato del pensamiento y deseo de las mayorías; basta revisar los casos más recientes sobre adopción de niños y matrimonio de parejas del mismo sexo, aborto, eutanasia, etc, temas todos, que tienen que ver con la esencia del país, con su estructura ideológica, sus creencias, sus valores y la apuesta generacional que hemos venido trabajando, y que merece un debate ampliado, sustantivo, generoso, no excluyente, que permita reconfirmar acuerdos previos o modificarlos, dentro de un esquema de país, que nos fortalezca en lugar de dividirnos como hasta ahora viene sucediendo.

Estos actos disfrazados de democracia, y adoptados por personas que lentamente descubrimos, han vendido sus principios, van minando los valores de la sociedad general, dando continuismo a una Colombia que perdió la confianza en sus gobernantes y en su justicia, y que ahora dolorosamente convive, comparte y hasta se lucra cómplice de los “torcidos” en todas las áreas de la actividad económica y social, convencidos que “el dinero fácil si paga”.

Y que pasó con la participación y el pluralismo político, que fue cercenado por los grandes partidos, cuyas reformas hacen prácticamente inviable la participación de terceros, porque los umbrales forjaron una barrera casi impenetrable, que fomenta el continuismo y la repartición de las cuotas de poder y de riqueza a la que están acostumbrados.

RESPETO DE LA DIGNIDAD HUMANA, TRABAJO Y SOLIDARIDAD

En donde quedo la dignidad humana? En qué lugar del camino, de estos más de 50 años de matanzas y venganzas de esta patria boba, perdimos el norte y una vida humana para un sicario llegó a costar miserables $500 mil pesos, que ya alcanzan para asesinar con sevicia a los hijos niños y niñas de una humilde familia campesina?

En donde quedo la dignidad humana, cuando un borracho atropella y da muerte a mujeres indefensas, y recibe penas irrisorias, por pertenecer a familias prestantes de la sociedad?

En donde quedo la dignidad humana, cuando el presidente de la Corte Constitucional, es capaz de hacer negocios de grandes predios y adquirirlos a sabiendas que sus dueños originales, que esos campesinos sencillos, que esos trabajadores de la tierra, fueron objeto de despojo, violaciones, muerte y dolor inconfesables?

En donde quedó la dignidad humana cuando hace más de cuatro años, se destapó la corrupción en Saludcoop, y se documentó frente al país, los desvíos de multimillonarios recursos, en detrimento de la salud y quizás de la vida de colombianos inermes frente al sistema, y aun hoy, no hay sanciones individuales contundentes que establezcan precedentes, que eviten que este derrotero, transitado por otras EPS y claro también IPS, siga siendo transitado?

En donde quedó la dignidad humana, cuando vemos saquear las arcas públicas de Bogotá, y los ladrones aspiran a penas, que dan ganas de llorar, sin estar obligados a devolver los recursos que nos robaron a todos?

En donde quedó la dignidad humana y la confianza en las autoridades, que ahora se encuentran maniatadas para reaccionar y actuar conforme a la ley, cuando por ejemplo, un grupo de indígenas evitan la captura de un peligroso delincuente, o cuando la comunidad agrede a la policía en defensa de un atracador, que luego puede ser su futuro verdugo?; cuando se invirtieron los valores?, cuando dejamos de enseñar ética y modales?, cuando se perdió el respeto?, que pasa con la educación y con la cultura?; ya incluso cedimos (sin dar la pelea), la enseñanza escolar de una sana vida espiritual y sus virtudes, en pro de una sociedad laica que confunde libertades con libertinaje. Que está pasando? Cuando lo malo se volvió bueno, y lo bueno se convirtió en malo? En qué momento dejamos que los incultos, los violentos, los malos, los incompetentes, los abusadores, los vulgares, los estafadores, los facilistas, los antisociales, los corruptos, llegarán tan lejos?

NO APRENDEMOS

Estamos a pocos meses (afortunadamente) elegir, de manera libre y espontanea, a miles de alcaldes y gobernadores, y cuando revisamos las listas, vemos con asombro, como la mayoría de los postulados son simples herederos de turno de grandes caciques políticos, inhibidos de iniciativas propias, y encadenados a compromisos electorales que los hacen impropios, inmerecedores de su aspiración; lo peor no es su aspiración, es su inminente elección, que nos condena a esta espiral de corrupción, que es el peor cáncer de nuestra sociedad, y que hace metástasis diarias, contaminando sin miramientos, y desmotivando a la generación de relevo, que se prepara con esfuerzo en las aulas, y que verá pronto, como su calidad, su capacidad productiva, su innovación, sus talentos, son tenidos a menos, no son valorados, y en cambio, ocupan los cargos capaces de impulsar los cambios, las grandes transformación que tanto necesitamos, delfines, hijos, nietos, socios de los actuales corruptos, y todo tipo de lagartos dispuestos a perpetuar el estado de cosas inconstitucional en el que nos encontramos.

Está claro, que no es una columna que me hubiera gustado escribir, no pertenece a mi línea editorial ni a mi comportamiento proactivo y positivo, pero resulta imposible guardar silencio, mientras el país se hunde por el peso de la maldad, mientras nuestra fabulosa Colombia, llena de hombres y mujeres de bien, nos mantenemos al margen, cómplices amedrentados de esta hecatombe, de la que podemos comenzar a salir en siete (7) meses, cuando en las urnas sentenciemos el futuro, eligiendo a las mejores y a los mejores, lejos de los trapos de colores y las componendas, que convirtieron a nuestra constitución nacional, en un instrumento dócil y servil, que los mantiene incluso protegidos frente a sus innumerables canalladas.

Este es un llamado a la acción, este un llamado general para el cambio, para rescatar el país de los políticos ingobernables e intocables, de los jueces vendidos, de los funcionarios públicos que parasitan improductivos, y pasar la posta, a la nueva generación.

La revolución de las ideas convertidas en sentimientos, propósitos y finalmente hechos, hechos reales, hechos positivos, hechos democráticos, hechos para el pueblo (y entiéndase pueblo a pobres, ricos, negros, indios, mestizos, paisas, pastusos, bogotanos, llaneros, costeños, hombres y mujeres…todos).

Abandonar el derecho al voto, es condenar la nación.
Abandonar el derecho al voto, creyendo que todos los políticos son iguales, es entregarle el gobierno a los mismos que han fallado.
Abandonar el derecho al voto por desidia o desinformación, es antipatriótico.
Declinar ir a las urnas, es darnos por vencidos antes de haber entrada en la batalla.

Que se postulen los mejores hombres y las mejores mujeres, los más aptos, los más capacitados, los que tengan en su pecho el gozo de servir, los que quieran construir un mejor país.

El resto de colombianos preparémonos para apoyarlos, para elegirlos, y para acompañarlos cuando se conviertan en los nuevos líderes que nuestro país está reclamando.

Es una buena forma de volver a empezar, y sembrar la esperanza de un magnifico país para nuestros hijos.



CARLOS FELIPE MUÑOZ PAREDES
CEO & Fundador

CONSULTORSALUD

lunes, 2 de febrero de 2015

EL FIN DE LAS EPS MÁS GRANDES EN COLOMBIA




Hace pocas horas y antes de terminar el primer mes del año 2015, el nuevo Superintendente Nacional de Salud, Dr. Norman Julio Muñoz, hizo un anuncio a través de un medio nacional de noticias, que muchos esperábamos hace por lo menos dos años atrás; se trata nada menos que, de la desaparición en los próximos meses de las dos (2) EPS más grandes y que representan a los regímenes contributivo y subsidiado: Saludcoop y Caprecom.

La primera, producto de un ejercicio privado, amparado en el modelo de economía solidaria, y cuya cobertura nacional y explosivo crecimiento empresarial, se vio nublado por actuaciones que aún son materia de investigación por parte de las autoridades judiciales, que generaron una interminable intervención por parte de la Superintendencia Nacional de Salud, cuyos resultados son francamente decepcionantes; y la segunda, heredera del modelo previo a la Ley 100, única sobreviviente del aseguramiento publico puro, y contagiada de nacimiento de las peores costumbres politiqueras de esta querida patria.

El hundimiento de Saludcoop

Con corte al tercer trimestre del año 2014, Saludcoop mostraba 4.336.380 de afiliados, perdidas del ejercicio por $ 156 mil millones, pérdidas acumuladas por $ 498 mil millones y un patrimonio mínimo negativo de $ 546 mil millones; La suficiencia patrimonial de Saludcoop era negativa en $ 803 mil millones de pesos, y el capital de trabajo también fue negativo en $ 634 mil millones.
El otro bloque de indicadores para Saludcoop, es francamente inigualable: tiene un endeudamiento de 124%, y sus costos contra ingresos operacionales son del 99,8% ( de cada 100 pesos que le ingresan, se gasta 99,8 en prestación de servicios de salud); si consideramos que los gastos administrativos sean mínimo de un 8% (y podrían ser mayores), significa que Saludcoop, está acumulando cada mes un déficit del 8%, que se convierte sin lugar a dudas, en una cartera tóxica para sus prestadores y proveedores en todo el país.
Y para que todo quede perfectamente claro, las deudas por pagar de Saludcoop ascendían en esa fecha de corte a $ 964 mil millones de pesos (casi un billón de pesos).

Indicadores de Permanencia

Lógicamente Saludcoop incumple con corte a septiembre de 2014, con los dos indicadores de permanencia (patrimonio mínimo y margen de solvencia), pero otras EPS del contributivo también lo hacen: SOS, Cafesalud, Cruz Blanca y Golden Group.

La pésima gestión de los interventores

Para comienzo del año 2012 (y esta es una oportunidad para documentar la pésima gestión de los interventores), la EPS Saludcoop reflejaba ya un deterioro en sus indicadores: 3.915.640 afiliados, suficiencia patrimonial negativa de $ 21 mil millones, pérdidas acumuladas de $ 227 mil millones, y un patrimonio mínimo de $ 156 mil  millones, con deudas por pagar de $ 475 mil millones; es decir todos los indicadores al menos se deterioraron un 100% en los siguientes dos años de intervención administrativa y financiera.
Para cualquier persona poco experta en análisis financieros y contables, basta una mirada ligera para percatarse, de la insostenible situación de este gigante sectorial, que seguramente fue mantenido artificialmente por el gobierno, frente a la ausencia de alternativas para redistribuir sólidamente sus afiliados y los de su grupo empresarial (dudosa excusa), pero especialmente, para evitar que la monstruosa cartera, liquide sin atenuantes, a miles de prestadores y proveedores atados comercialmente a este “titanic” que chocó hace años y ahora se inclina finalmente.

El caso de Caprecom

Por otro lado, Caprecom es la única EPS pública del país, y la más grande y dispersa del régimen subsidiado de salud: está en más de 700 municipios, y en palabras del Superintendente Nacional de Salud, carece de un gobierno corporativo capaz de guiarla con éxito al interior de un siempre cambiante sistema de salud.
Para nadie es un secreto que esta EPS, ha sido tomada por “asalto democrático” en más de una ocasión, por políticos inescrupulosos, que se han lucrado a través del direccionamiento de su multimillonaria contratación nacional, bajo la complicidad omisiva de los organismos de IVC, siendo génesis de una fatal forma de corrupción, que no solo desangró sus arcas, sino que seguramente expuso a inoportunidad, falta de calidad y bloqueos de acceso a miles de colombianos… esto para no considerar el tema de muertes indirectas, generadas desde la altura inalcanzable de estos bandidos y bandidas de cuello blanco, que aún no reciben castigo, muchos ni siquiera una acusación formal, protegidos por la atmosfera politiquera que semeja una democracia, pero en ocasiones no pasa de ser una aterradora pantomima.

Las cifras de Caprecom

Para septiembre de 2014, Caprecom mostraba los siguientes indicadores: afiliados 3.400.664, margen de solvencia negativo en más de $ 1 billón de pesos, capital social negativo en $ 902 mil millones de pesos, cumplimiento patrimonial negativo en $ 911 mil millones de pesos, y cuentas por pagar de $ 1,2 billones de pesos.. realmente asombroso.

Caprecom incumple con los dos indicadores de permanencia establecidos por el gobierno: margen de solvencia y patrimonio mínimo, pero no es la única EPS en el régimen subsidiado, pues en la misma condición al corte de septiembre de 2014, estaban: Capital Salud, Cafesalud, Comfamiliar Huila, Emdisalud, Convida, Ecoopsos, Dusakawi, Comfamiliar Cartagena, Cafam, Capresoca, Comfaoriente, Anaswayuu, Comfaboy, Comfacundi y Pijaosalud.

El Ministro de Salud, ha venido anunciando el desmonte de Caprecom, comenzando con el retiro de su presencia territorial, en lugares críticos en donde existan otros proveedores de aseguramiento y prestación (recordemos que Caprecom, también ha asumido redes públicas de prestación de servicios de salud que han fracasado en algunos territorios), lo que ha contribuido al elevamiento de su gigantesco riesgo empresarial.

Para reflexionar

Son pocos y valientes los funcionarios públicos, que en estos momentos le hacen frente al monstruo de mil cabezas de la corrupción dentro del sector salud, y han comenzado el desmonte de privilegios y fortines, a quienes debemos apoyar, respaldar y destacar, pues han elevado su voz en medio de grandes presiones políticas y gubernamentales, y resistido el impacto mediático y los intereses de gremios y personajes de todos los pelambres y todas las alcurnias, devolviéndonos lentamente al camino correcto que nunca debimos abandonar.
Necesitamos en Colombia más líderes con altísima condición ética y moral, profundos conocimientos sectoriales y un incondicional amor por nuestra nación, que tomen los relevos en los cargos esenciales, y continúen el saneamiento que ya comenzó, y que lastimosamente tendrá un altísimo costo no solo económico, sino empresarial, político y lógicamente social.





Corolario

En consultorsalud hemos insistido, que a la par de la moralización sectorial, es indispensable garantizar para todos los actores, la certeza sobre la suficiencia que tiene la UPC, para garantizar el pago de los servicios de salud incluidos en la canasta de beneficios que denominamos POS, de tal manera que la ecuación básica contractual, tenga un sustrato cierto y cumplible, y podamos ser garantes tanto de la oferta asistencial de alta calidad, como de su oportuna y suficiente remuneración.

Esperaremos mayores luces del Ministerio y la Supersalud sobre este desenlace, deseosos de participar con ideas y actuaciones proactivas, sobre los escenarios de este semestre, que finalicen con estas dos gigantescas empresas de salud, con el menor daño colateral posible, y la firma intensión de evitar a toda costa que estos hechos se vuelvan a repetir.



Carlos Felipe Muñoz Paredes
CEO & Fundador
Consultorsalud
Portafolio de Consultorsalud Aquí:
@consultor_salud


PD: los datos financieros provienen de la Circular Única reportada y consolidada por la SNS.